Me crié bilingüe y empecé a aprender un tercer idioma cuando tenía unos tres años, lo que significa que realmente domino tres idiomas como adulto. Cuando era niño, aprender y recordar nuevas palabras, reglas gramaticales y excepciones me parecía tan fácil como un pastel. Siempre estuve entre los mejores en mis clases de idiomas.
Cuando decidí trasladarme al extranjero y necesité dominar otra lengua extranjera, pensé que sería tan fácil como en mi época escolar. Que captaría rápidamente las nuevas palabras y alcanzaría un nivel de fluidez decente en uno o dos meses, naturalmente. ¡Qué equivocado estaba!
Aprender un nuevo idioma como adulto resultó ser todo un reto. Aprender la gramática fue difícil, y recordar la pronunciación correcta fue aún peor.
Aquí tienes algunas de las mejores maneras de aprender un nuevo idioma que he ido recopilando a lo largo del camino, tanto en mi escuela de idiomas como en mis estudios independientes. ¡Espero que también te ayuden a ti!
1. Enfócate en recordar y aprender los sonidos primero
Aprender un nuevo idioma cuando eras niño parecía mucho más fácil, ¿verdad? Bueno, eso tiene una explicación:[2] los bebés tienen una capacidad extraordinaria para distinguir todos los sonidos de todos los idiomas y recordarlos rápidamente. Así es como nos convertimos en expertos en nuestra lengua materna.
Sin embargo, a medida que crecemos, perdemos esta asombrosa capacidad de recordar y distinguir sonidos. Por ejemplo, a los estudiantes japoneses adultos les resulta difícil distinguir los sonidos de la «L» y la «R» en el idioma inglés.
Entonces, ¿hay alguna manera de recuperar esa capacidad de memorizar sonidos y palabras extranjeras? La ciencia dice que sí.
En primer lugar, hay que centrarse en repetir y practicar primero los sonidos extranjeros difíciles, en lugar de dominar la gramática y el vocabulario. Invierte más tiempo en escuchar el idioma y en repetir las frases y los sonidos mientras se hablan.
Si tienes la oportunidad de recibir información inmediata sobre tu discurso, eso es otro gran estímulo para tu rendimiento.
2. Utilizar la técnica de la repetición espaciada
La repetición espaciada es un viejo pero buen truco para aprender idiomas que te ayuda a memorizar mejor las palabras nuevas.
Para practicarla, tienes que repasar cada palabra y frase que hayas aprendido en determinados intervalos espaciados. Al principio, éstos deben ser más cortos: es posible que tengas que repasar una palabra o frase nueva varias veces durante una sesión de práctica, y después al día siguiente. Una vez que se te fije bien en la mente, podrás dejar pasar días o incluso semanas entre repasos sin olvidar lo que has aprendido.
3. Pruebe el truco de «pellizcarse»
Esta técnica fue introducida por Maneesh Sethi, un viajero frecuente que dominó cuatro idiomas extranjeros cuando era adulto. Su planteamiento se basaba en el hecho de que los estímulos negativos potencian masivamente la superación personal.
¿Cómo puedes utilizar esto para aprender idiomas?
- Consigue un juego de tarjetas para memorizar el vocabulario o la gramática.
- Domina el pellizco duro (debe ser bastante duro) para activar la respuesta de amenaza de tu cuerpo.
- Repasa una categoría de tarjetas (como adjetivos o grupos de palabras). No te pellizques en esta fase.
- Repase la misma categoría, añadiendo ahora el pellizco para cada palabra del vocabulario. Dedica un tiempo a estudiar la tarjeta antes de pasar a la siguiente.
Durante las siguientes sesiones de estudio, pínchate sólo en el vocabulario olvidado. Su objetivo es centrar su mayor retención de memoria en las palabras que le cuesta recordar. De nuevo, dedica un momento a cada tarjeta antes de pasar a la siguiente.
4. Programar las sesiones de aprendizaje antes de acostarse
Uno de los grandes beneficios del sueño es que nos permite limpiar nuestra memoria operativa activa, potenciando así nuestra capacidad de aprendizaje. Estudiar antes de acostarse o echarse una siesta después de la sesión de práctica trasladará toda la información que acabas de aprender al almacén de la memoria a largo plazo de tu cerebro.
Una vez que la información llega allí, se almacena de forma segura durante más tiempo. La técnica de la repetición espaciada te ayudará a mejorar la conexión entre la memoria a corto y a largo plazo, lo que significa que podrás recordar todo más rápido y con mayor precisión.
5. Estudia el contenido, no el lenguaje
Según los resultados de un estudio sobrte sobre aprender español en el Cambridge Journal, los alumnos que estudiaron otra asignatura en español, en lugar de asistir a una clase de lengua general, obtuvieron mejores resultados en las pruebas de comprensión oral y estuvieron más motivados para aprender. Sin embargo, los alumnos de la clase estándar obtuvieron mejores resultados en las pruebas de lectura y escritura, lo que significa que ambos enfoques tienen claramente mérito.