Consejos para comprar miel sostenible

Comprar miel sostenible puede ser todo un reto. Hay que ir un poco más allá de seguir ciegamente la certificación «ecológica». Pero hacer una investigación personal puede ser realmente gratificante, ya que consumir este néctar dorado conlleva muchas recompensas nutricionales, medicinales y de sabor. Puede que la miel sea uno de mis edulcorantes favoritos. Sí, sabe dulce, pero con una profundidad de la que a menudo carece el azúcar. Yo lo llamo «parecido al vino», porque el sabor del vino depende de muchos aspectos.

Me atrevería a decir que, al comer el néctar del trabajo de las abejas obreras, te conviertes en UNO con un lugar y una estación.

Dado que la miel la producen seres vivos, me parece muy importante asegurarse de que este proceso natural se gestiona y dirige de forma ética y sostenible. A continuación comparto 4 cosas en las que me fijo cuando compro miel sostenible.

4 DATOS A TENER EN CUENTA A LA HORA DE COMPRAR MIEL

1. Ecológica (certificada)

Cuando las abejas melíferas se crían de acuerdo con las normas ecológicas europeas, se garantiza un nivel de calidad y ética (nota: el USDA es supuestamente menos estricto). (Nota: el USDA es supuestamente menos estricto) En los Países Bajos, donde yo vivo, para producir miel ecológica certificada hay que cumplir normas estrictas. Las colmenas tienen que ser de materiales ecológicos, naturales y no tóxicos. Las alas de la abeja reina no se pueden cortar. Las abejas sólo pueden alimentarse con materia orgánica. Y la ubicación de las colmenas es de gran importancia. Éstas tienen que estar situadas en un lugar con más del 50% de vegetación orgánica y/o silvestre, y sin zonas contaminadas, en un radio de 3 kilómetros desde todas y cada una de las colmenas.

2. Miel Local

Las abejas son una parte indispensable de la naturaleza y, por tanto, de nuestra agricultura. Al comprar productos ecológicos y locales, fomentamos la apicultura ética en nuestra provincia o país y ayudamos a la naturaleza a florecer, para que podamos recoger los frutos de nuestro trabajo. Por decirlo sin rodeos, sin abejas no hay alimentos.

Mucha de la Miel natural con certificación ecológica, de las grandes marcas, procede de América Latina. Las abejas de la miel no son nativas de estas zonas. Las abejas que se crían aquí compiten con los polinizadores autóctonos, que sufren en consecuencia. Comprando miel local no apoyas estas prácticas insostenibles en otros lugares.

3. Sin azúcar

En la naturaleza, el invierno significa que no hay flores ni polen, por lo que no hay producción de miel. Durante estas épocas, las abejas dependen de los excedentes que han ido acumulando durante las otras estaciones. Se alimentan de su propia despensa. Comen su propia miel. Muchos productores de miel cambian este proceso natural porque la miel tiene valor comercial. Cosechan el excedente y en su lugar alimentan a las abejas con jarabe de azúcar (más barato) durante el invierno.

Yo prefiero apoyar a los apicultores y productores de miel que respetuosamente dejan que sus abejas sigan su camino natural, para honrar como la naturaleza manda, y dejan que las abejas se alimenten de su propia reserva. Además, me gustaría que mi miel fuera de flores, no de jarabe de azúcar, por favor.

4. Cruda

Por último, pero no menos importante, compruebo si la miel que compro está cruda en la Monitorización de colmenas. Esto significa que no ha sido calentada a más de 35 grados Celsius o 95 grados Fahrenheit. En las grandes instalaciones de producción industrial es necesario calentar la miel para poder sacar el jarabe cristalizado de los enormes barriles de 300 kg.

El calentamiento también facilita y reduce el tiempo de filtrado. La eficacia, y por tanto el beneficio, impulsan estas prácticas. Las empresas que ponen el beneficio por encima de la ética y la calidad nunca están en mi lista de síes. Además, calentar la miel mata las enzimas presentes de forma natural.

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